martes, 16 de febrero de 2010
visiones metribularias
ahí estaba apenas a un metro de mi, yo sentado, ella de pie, podía ver sus leotardos, sus piernas largas y rotundas, el pelo rizado de brillos cobrizos, su rostro anguloso... imaginaba su cuerpo niveo, la piel algo lacia sobre su enorme osamenta de mujer hecha y hermosa, de amazona folladora, concupiscente. Veía sus costillas al arquear la espalda y hasta podía tocar el vello rebelde de su pubis, cada uno de sus lunares y besar su nuez mientras la poseía...
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